Antes de la Prueba....


EL DÍA ANTERIOR AL EXAMEN:

Aunque es difícil dar pautas concretas, ya que cada alumno es diferente, se pueden ofrecer los siguientes consejos a modo orientativo:

No aprendas cosas nuevas; es necesario que el proceso de estudio haya concluido al menos 24 horas antes del examen.

Dedica tiempo a descansar o hacer alguna actividad que te guste (pasear, practicar algún deporte, escuchar música,...)

Intenta pasar el día lo más relajado posible.

Evita todo tipo de emociones fuertes o violentas (por ejemplo, alguna discusión), ya que tienden a hacer olvidar lo ha aprendido con una mayor facilidad.

Prepara todo lo necesario para el examen (papeles de idenficación)para que a última hora no tengas que preocuparte por estos detalles.

Respeta el horario habitual de sueño.

Evita el nerviosismo y la tensión que provoca el insomnio.

DOMINAR LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS ANTES Y DURANTE EL EXAMEN

Para realizar cualquier examen, es importante estar motivado y con deseos de hacerlo bien.
Para controlar los pensamientos negativos, es necesario practicar diversas estrategias. La más importante de todas ellas es cambiar el foco de atención; y así, en lugar de pensar sólo en el aprobado, es mejor concentrarse en la tarea que se está realizando. Esta estrategia se basa en el hecho de que los estudiantes que tienen miedo a los exámenes se concentran sólo en la nota que necesitan o creen que se merecen, y la idea de no llegar a ese punto les pone muy tensos. En estos momentos de ansiedad, suelen aparecer pensamiento negativos del tipo:"tengo que hacerlo muy bien para conseguir entrar en la carrera que me gusta"; si no lo hago bien habré malgastado mucho tiempo para nada; si no lo consigo será un desastre". Esta preocupación innecesaria y obsesiva por el resultado, es un pensamiento que sólo conduce a generar más miedo y ansiedad. A su vez, al notarse alterados, aumenta la tensión y los pensamientos negativos, con lo que se produce un círculo cerrado por el que el estudiante se encuentra cada vez más nervioso.

¿Qué se puede hacer en esta situación? En este caso, el mejor modo de optimizar el rendimiento es despreocuparse por el resultado del examen y centrarse en la tarea que estamos realizando.
Para controlar los pensamientos negativos es necesario aprender a pensar en algo alternativo, por ejemplo,concentrándose en algún pensamiento que nos resulte muy agradable.

EL DÍA DEL EXAMEN RECUERDA...
Estar descansado
Se trata de que nuestro estado físico sea el de un día normal, evitando encontrarse cansado y tenso. Para ello es importante dormir bien, no tomar excitantes, y evitar todo tipo de preocupaciones (por ejemplo, problemas con los padres o discusiones con la pareja).

No repasar a fondo el mismo día
La tensión que genera el repaso nos puede poner más nerviosos y/o fatigarnos. Además, esta sesión no sirve de mucho, ya que si la materia está aprendida es un esfuerzo innecesario, y si se desconoce algún punto, no se va a lograr aprender nada nuevo. Sin embargo, si los temas están incorrecta o insuficientemente comprendidos, se acumula información de forma desorganizada, lo que acumula más confusión e interfiere con los conocimientos anteriores.

Controlar la tensión emocional que genera pensar en el examen
Es muy importante tratar de eliminar los pensamientos negativos sobre el resultado de la prueba y concentrarse en que lo importante es el esfuerzo realizado para preparar el examen.

No hablar del examen antes de empezarlo
Se ha de evitar la costumbre de reunirse con los compañeros para resolver dudas de última hora, discutir posibles preguntas o el grado de dificultad de la prueba. Este tipo de comentarios contribuyen a ponernos más nerviosos. Ver a un compañero ansioso puede provocar la misma respuesta en nosotros. Por esto, es más útil reunirse con los compañeros más tranquilos y no comentar nada sobre el examen. Si esto no es posible, es mejor permanecer solo hasta que comience la prueba. Llega temprano al lugar del examen, para evitar nervios de última hora. Trata de ir al examen calmado y alerta.

Entender correctamente las instrucciones antes del examen.
Es muy útil conocer el sistema de puntuación de la prueba y el valor positivo de cada respuesta, así como saber si las incorrectas nos restan puntos. También hay que llegar al examen sabiendo qué material podemos usar, qué orden seguir o cómo estructurar las respuestas para optimizar el resultado de la prueba. Planea cómo distribuir el tiempo durante el examen y deja algunos minutos para repasarlo. Ten claro el tiempo que tienes para el examen, tenlo presente siempre.

¿Qué hacer si se te queda la mente en blanco?
Si durante el examen te quedas en blanco no te preocupes y recuerda que la única forma de superar este bloqueo ocasionado por los nervios es disminuyendo el nivel de ansiedad a través de la relajación. Cierra los ojos e inicia una serie de respiraciones profundas y lentas que te ayuden a relajarte. Concéntrate en alguna imagen agradable, imaginando que te encuentras en un sitio que te resulte muy placentero. Cuando estés más tranquilo procura recordar, pero manteniéndote relajado.

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